En 2024, la crisis económica ha comenzado a dejar una marca notable en el mercado de alquileres, afectando tanto a propietarios como a inquilinos de manera significativa. Aquí se presentan los principales cambios observados hasta ahora:

Aumento de la demanda de alquileres

Debido a la inestabilidad económica y a la dificultad de acceso al crédito, muchas personas están optando por alquilar en lugar de comprar propiedades. Este cambio ha incrementado la demanda de viviendas en alquiler, especialmente en áreas urbanas y bien conectadas. La demanda elevada está ejerciendo una presión ascendente sobre los precios del alquiler en varias ciudades.

Reducción de la capacidad de pago

Con la economía en recesión, muchas personas están experimentando una disminución en sus ingresos. Esta situación está haciendo que sea más difícil para los inquilinos pagar el alquiler, lo que ha llevado a un aumento en la morosidad. Los propietarios, a su vez, están enfrentando mayores desafíos para mantener sus propiedades y cubrir los costos operativos debido a los pagos atrasados o incumplidos.

Implementación de regulaciones Gubernamentales

En respuesta a la crisis, varios gobiernos locales y nacionales han introducido medidas para proteger a los inquilinos. Estas regulaciones incluyen límites a los aumentos de alquiler, moratorias en desalojos y programas de asistencia financiera para ayudar a los inquilinos a cubrir sus pagos. Si bien estas medidas proporcionan alivio a los inquilinos, también presentan desafíos para los propietarios, que deben ajustarse a las nuevas normativas mientras enfrentan posibles reducciones en sus ingresos por alquiler.

Cambios en la oferta de alquiler

La construcción de nuevas propiedades de alquiler ha disminuido notablemente en 2024. Los desarrolladores están siendo más cautelosos debido a la incertidumbre económica y la disminución de la demanda de compra de viviendas. Esta reducción en la construcción de nuevas unidades de alquiler podría llevar a una oferta limitada en el futuro cercano, exacerbando la presión sobre los precios del alquiler.
 

La crisis económica de 2024 está teniendo un impacto considerable en el mercado de alquileres. La demanda creciente de alquileres, la disminución de la capacidad de pago de los inquilinos y las nuevas regulaciones gubernamentales están redefiniendo el panorama inmobiliario. Tanto propietarios como inquilinos deben adaptarse a estos cambios para navegar en este entorno desafiante​.